GIRASOL
Mandió - Oye que estaba pensando que ya que nos llevamos tan bien podríamos unirnos.
Piravú – Vale no me parece mala idea, eso si vamos a hacerlo bien que ya sabes lo que les paso unas tribus de rio arriba que por no hablarlo al final ya ni se hablan y llevan 8 años de guerra.
M – Hombre claro, estaba pensando en que si tu hija Caranda-i (palmera en el idioma de aquí) se casase con uno de mi tribu ya no se podrían separar las tribus.
P – Joder, me parece que no va a poder ser mira que lo siento pero como te lo diría es que ya sabes como son estos jóvenes que les da por unas historias muy raras y mi hija le ha dado porque quiere pasar su vida pendiente del sol,
M – Venga ya eso lo dices por decir.
P – Que dices pero si la chica desde que amanece sale fuera de casa y se pasa todo el día mirándole y si por lo que sea algún día está nublado la pobre lo pasa fatal se pone tristona y no levanta cabeza.
M – Tu veras pero es la única manera de unir las dos tribus.
P – Entonces olvidate, no nos uniremos.
M (enfadado) - ¡Te equivocas Pirayú, con este despreció que sepas que se me olvidará!
Pasaron unos días sin que pasase nada pero una tarde cuando Caranda-i volvia a casa en canoa vio que su aldea estaba ardiendo y antes de que dijese nada unos fuertes brazos la agarraron mientras escuchaba la voz de Mandió diciendola "¡Pídele a tu dios que te libere de mi venganza, desdeñosa princesa, pues ni tú ni tu tribu serán capaces de hacerlo!" mientras Caranda-i se intentaba liberar de Mandió grito “¡Guarahjí (que para los que no sepan de guarini significa sol), no permitas que Mandió haga lo que quiera conmigo!"
Y paso pues lo que siempre pasa en estos casos el Guarahji mando unos rayos que la envolvierón y la hicieron desaparecer de Mandió pero no penséis que para liberarla cambiando de lugar que va simplemente desapareció y por lo que sea en su lugar creció una esbelta planta con una gran flor dorada que como Caranda-i no dejaba de seguir a Guarahji.