EL VILLALAGUNENSE INVISIBLE (2ª PARTE)

Por algún extraño motivo todo el mundo ha pensado que la historia va de Francisco Fernández también conocido como el villalagunense invisible cuando iba del arquitecto de su iglesia románica, por lo que veo no he sabido marcar las diferencias entre la historia principal y la anécdota, para solucionarlo voy a continuar.

Actualmente en Villalaguna hay una persona con la que nadie quiere tener contacto es como si por alguna razón todo el mundo se hubiese enfadado con él y eso que fue presidente del F.C. Atlético Villalaguna con un gran éxito pero como siempre pasa con los éxitos una vez que se llega a la cumbre viene la bajada y empezó al terminar el partido cuando todo el pueblo se llevo una gran desilusión, ya se veían adelantando las fiestas patronales, en el bar “La plaza” el más importante de los 3 bares con que cuenta Villalaguna habían preparado la celebración está vez a petición del medico no iban a poner los tradicionales huevos rellenos porque en la última celebración con esto de la alegría y no de la afición al vino como alguien llego a afirmar, no se fijaron en que los huevos habían caducado y la fiesta termino en el hospital mas cercano por culpa de unos bichitos pero eso no fue todo como toda celebración deportiva que se precie había que dar gracias al santo concretamente a San Fidel al que habían llevado a la hermita la noche anterior y ahora no tenían ningún motivo para darle las gracias con lo que discutían si sacarlo de allí esa noche o esperar a las fiestas patronales para hacer la procesión al revés cosa que no le hacía mucha gracia al cura por no hablar de los sueños de más de un comerciante al imaginarse lo que subirían las ventas con el ascenso del equipo de fútbol, más de uno ya se había pasado por los concesionarios de la zona mirando coches pero si alguien se llevo una gran desilusión fue el alcalde de Villalaguna que se había pasado la noche anterior escribiendo un gran discurso para cuando todo el pueblo se reuniese en la plaza del ayuntamiento mientras festejaban el ascenso, lastima que no pudiese leerlo con la ilusión que le hacía, resumiendo todo el mundo en el pueblo tenía algún motivo para mostrar su desilusión por el fracaso deportivo.

Francisco cuando vio a todos sus vecinos tristes solo se le ocurrió decir lo siguiente “tenemos que estar orgullosos, cuando iniciamos está temporada nuestro objetivo era la zona media y hemos estado luchando hasta el ultimo minuto por el ascenso. Tenemos que seguir con este espíritu para conseguir ascender la próxima temporada” como parecía que nadie se contentaba cometió el gran error de su vida al decir “ya veréis como está noche nos toca el superbote de la primitiva”, todo el mundo se fue a su casa pensando “si claro este sábado que hay el gran bote nos va a tocar por que si, cuando nunca le ha tocado nada a la peña”.