ROJO, VERDE AZULADO CON AMARILLENTO VERDOSO

Siento hoy no poder contar ninguna historia de esas que alegran a todos mis lectores y a los que las escuchan por parte de mis lectores para hacerse los interesantes pero hoy no estoy de muy buen humor y no lo digo porque sea lunes que si lo es e igual me viene bien para intentar ocupar mi mente pero estoy hundido intentando ver la luz entre la mierda en que me veo enterrado.

¿Como es posible que Ang Lee haya recibido otro León de Oro en el festival de Venecia? y no lo digo porque tenga nada contra él, joder que me ha quitado el premio que con tanta ilusión fuimos al festival de Venecia Ching Woo y claro yo con la película “ROJO, VERDE AZULADO CON AMARILLENTO VERDOSO” pero si era una película con un guión mío en la que cada plano rodado por Ching Woo era pura poesía con esas pausas interpretativas, diga lo que diga cierto critico sin duda ofendido porque en nuestros canapés el pan estaba duro y el alcohol de las copas era de garrafón “(…) las pausas que no son pausas son silencios absolutos que a uno le hacen pensar si la banda sonora se ha roto para luego darse cuenta que son para conseguir que un guión para un corto de 2 minutos como mucho durase 4 horas y media”, que va son para que al espectador le hagan pensar en el significado de la vida y sobre las relaciones interpersonales usando como metáfora la relación entre Wnag Ching un jardinero podando el rosal rojo de su jardín con la única compañía de un pulgón amarillo verdoso aunque su mujer hubiese preferido que se dedicase a fabricar zapatillas pero no, él solo encuentra su felicidad en las rosas debido a que le evocan una vida en un plano superior sin duda lleno de felicidad fuera del gris de la ciudad por eso se pasa toda la película mirando al rosal y decidiendo que hoja le corta con la tristeza interior que eso produce que le lleve a un vacio existencial, dejar a su fiel compañero el pulgón amarillo verdoso sin hogar en las hojas verdes azuladas que le evocan su infancia perdida en las playas tropicales acompañado de chicas ligeritas de ropa para al final darse cuenta que solo le acompaña el pulgón amarillo verdoso en esos días turbios de primavera por interés.

Solo me queda esperar que en festival de Berlin sepan apreciar la película que con tanto cariño hemos creado Ching Woo y yo.