LA HIGIENE DE MIS BECARIOS

Hace mucho tiempo que no comento nada de mis amigos los becarios que tan alegremente dedican sus vidas a que este medio de comunicación salga adelante porque les gusta trabajar por un bocata de chorizo pero está mañana he llegado de una importante reunión en la cafetería de abajo y nada mas entrar en mi despacho ha entrado Alicia la becaria que se encarga de tratar temas de política para hablar de persona a persona sobre ciertos problemitas íntimos que al parecer la afectan mucho en el trabajo. Que podía hacer yo decirla que se volviese a su puesto de trabajo ya que así nunca va a conseguir un puesto de trabajo remunerado pues no que tengo mi corazón y a parte que las tres cervezas me han restado los reflejos para hacerlo, claro me he sentado para tratar el tema que tanto la preocupaba.

Para intentar solucionarlos he llamado a Manolo el becario que se encarga de manejar el scanner para hablar de hombre a hombre sobre los temas íntimos de Alicia siempre desde el punto de vista mas humano, le he pedido que se sentase para que no se sintiese nada violento y le he dicho:

Pez – Manolo, te he pedido que entrase para tratar cierto tema que creo que es muy importante para todos, es que mira me han llegado ciertos comentarios sobre tu olor corporal.
Manolo (muy sorprendido) – Eso no puede ser, si te aseguro que me ducho todos los días.
P – Si no lo dudo igual es que tu cuerpo produce ese olor que puede ser tan molesto para ciertos compañeros.
M – Que va, si te aseguro cuido mucho mi higiene.
P (intentando no ser muy violento) – Mira, si quieres puedes irte después del horario de trabajo al medico y que te de unas pastillas o algo para que no huelas o no te pases cerca del departamento dedicado a política.
M – Es que lo que me pasa, no se soluciona con unas pastillas, eso ya lo sé.
P – Ah que ya sabías lo de tu olor, uff que peso me has quitado de encima y que es lo que te pasa para que no se pueda tratar con pastillas.
M – Es que mira hace un mes que por culpa de una mujer…
P – Joder tío, ya se te destrozo la vida y ahora por culpa de la ruptura del corazón hueles así oye que lo siento no tenía ni idea.
M – No que va, es que estoy enamorado y claro desprendo trocitos de amor por mis poros, pero no consigo controlarlo.
P (sin saber que decir) – Bueno piensa en lo que hemos hablado y busca una solución.

Si vale ya se que tendría que decir algo mas pero es que no he podido.