RESPONDIENDO AL SR. ANONIMO

Mi buen amigo el Sr. Anónimo en un comentario me ha recordado que el 21 de marzo del año 2006 a las 11:10 horas yo llegue a realizar la siguiente afirmación por algo que sinceramente no recuerdo:

“Pues yo igual me manifiesto en defensa de las pobres lechugas que las arrancan de la tierra, mutilándolas y luego las echan vinagre y sal con lo que tiene que doler eso.”

Con la siguiente opinión:

"No podi decir esa guea ignorante culia, las plantas no tienen sistema nervioso. Hasta ahi te llega la inteligencia carnivora culiá"

No es por entrar en una guerra dialéctica que va todo lo contrario pero no estoy del todo de acuerdo en sus afirmaciones, acepto que no tengan nervios pero que no sienten las pobres lechuguitas al mutilarlas de esa manera tan insensible pero joder si eso tiene que doler muchísimo y si no me cree que pruebe a meter los pies en un agujero de una obra y luego que se los corten que tiene que doler muchisimo y lo digo desde una suposición puesto que nunca lo he hecho la verdad pero una vez me corte con un cristal en el pie y me dolió muchísimo así que si lo extrapolamos a los dos tobillos uff no me lo quiero ni imaginar.

Pero la cosa no termina aqui sino que la obligan a estar con la cebolla con lo insoportable que es siempre contándole sus traumas de cuando tenía cuerpo y ella venga a aguantarla como llora porque que va a hacer la pobre lechuga si la han cortado los pies pues nada quedarse en el sitio pero eso no es todo que va, encima la ponen con el tomate todo rojo y exuberante presumiendo de su colorcito rojo, de sus formas redondeadas y de sus pepitas, mientras nuestra pobre amiga la lechuga por un lado tiene que soportar a la cebolla y por otro el tomate si por lo menos el huevo dijese algo para poder pasar el rato pero nada el solo espera a que un día pase algo en su interior para comentarlo y como nunca pasa pues no habla de nada.

Si esto ya pudriera ser excesivo quiero recordarte querido amigo Sr. Anónimo que en un acto totalmente sadico la trocean para pasarle por las heridas vinagre y sal con lo que duele eso y no lo digo por decir que va sino por la experiencia de los hechos porque una vez en un acto de curiosidad cientifica introduje mi dedo con una pequeña herida (tampoco hay que partirlo por la mitad porque no hacía falta en este caso) en una ensalada y uff lo que escocia con lo que me pude hacer una idea de lo que tiene que sufrir la pobre lechuga romana ya la otra no opino porque la veo un poco fria.

Un saludo.