FREEDOM FOR SERGEI

Está es la terrible historia de Sergei Mijailovich Vachkevich para los amigos Sergei, hasta hace unos días trabajaba en un barco ruso como segundo de a bordo no es que fuese un gran puesto pero bueno por lo menos le permitía conocer mundo, si ya se que así dicho parace maravillosa la idea pero que va, porque claro le obligaba a mandar unas postalitas y comprar unos souvenirs de cada país por el que pasase para la familia y amigos, claro así no hay manera de ganar dinerito.

Despues de navegar por esos mares durante una temporada al fin se encontraba cerca de Rusia concretamente frente a las islas Kuriles que para ellos son rusas aunque los japoneses digan que no están de acuerdo que son japonesas pero bueno esa es otra historia. Los marineros del barco decidieron montar la fiestecita típica de fin de viaje hasta aquí todo fue tranquilo hasta dentro de lo normal, lo que no se podía imaginarse Sergei era que no iba a ser una fiestecita como las demás para empezar le tocaba a el ir a comprar la bebida porque donde se ha visto una fiesta de final de viaje sin alcohol vamos con la mala suerte que trae así que hicieron lo típico se lo jugaron y le toco a él, bueno penso "por lo menos conocere algo de Japon y seguro que a alguna lugareña".

Para comprar los refrigerios se hizo la clasica colecta entre todos los marineros y reunieron un total de 10.000 yenes que no es gran cosa pero bueno para unas cuantas cervecitas llegaba, ellos hubiesen preferido wodka pero es lo que había, si vale ya se que algunos me direis que conoceís Japón de sobra y que por 10.000 yenes se pueden comprar un par de botellitas de wodka barato y con eso llega pero les diré que no conocén a Wladimir Yugovich el mecanico para los amigos Wladi anda que no bebe wodka y no les dejaría nada.

Sergei como de costumbre se subió a una barca y se fue hacia Hokaido allí la dejó en un playita el pensaba que se encontraría un chiringuito en la playita con muchas chicas con ganas de fiesta y claro el no iba a dar la nota pero que va ni chiringuito ni chicas ni nada, por eso siguio una carretera hasta que encontró una tienda y compro 24 cervezas y una postal de esas que sale una chica ligerita de ropa para mandársela a un vecino y volvió tan tranquilo a su barca pero cometió un error de calculo y fue pedirle a un pescador que andaba por la zona que le hiciese una foto para tener un recuerdo de su visita a Japón y continuo su viaje de vuelta tan feliz pero con lo que no contaba es que el pescador llamase a la policía.

Como siempre pasa en estos casos se presentaron los guardacostas y empezaron a pedirle papeles y como os imaginareis el pobre de Sergei se le había olvidado pasar por la aduana claro todo fue tan imprevisto y de noche que no le dio tiempo, claro no ayudo mucho que fuese con bebidas alcoholicas y conduciendo.

Ahora el pobre de Sergei se encuentra detenido en una cárcel eso si a su favor está que según los policias no mostrase sintomas de conducir borracho aunque no se le entendía nada de lo que decía claro como se le va a entender si es ruso y ellos japoneses es que tienen unas cosas más raras, por eso desde aquí inicio otra campaña internacional exigiendo a Japón la libertad de Sergei y que le devuelvan sus 24 botellines y la postal de la chica que sus amigotes del barco no pueden montar la fiestuki de fin de viaje.