Tenía pensado contar una historia que iba de que hace como dos años y mucho mi otro Yo en secreto decidió crear este blog en donde soltar las historias que correteaban alegremente por mi cabeza y de esa manera aprovecharme para que se pusiesen en plan justiciero al estilo Charles Bronson contra todas las ideas que dedicaban a corretear entre el hemisferio derecho y el izquierdo y alguna vez al contrario mientras se dedicaban a molestar produciendo cierrtas comeduras de tarro.

Tanto para Yo como de Otro Yo fue una sorpresa que funcionase mejor de lo previsto y con esas historias que tan bien salían me cargué a todas esas ideas hasta que terminaron por desaparecer incluso del lóbulo temporal con lo difícil que parecía en un principio.

Después de está gran victoria al estilo de las que suceden en el fútbol, de esas en las que se gana en el último minuto de un penalty totalmente injusto, de esos que uno se niega a reconocer que el presidente de tú equipo a comprado al arbitro y gritas de alegría con una gran sonrisa que se manifiesta como nunca lo había hecho al pensar en tus compis del trabajo que no te van a querer hablar porque saben que les recordaras la derrota pero no vas a poder evitar mostrarles tu mejor sonrisa, mejor que la sonrisa tonta que sale después de una larga noche de sexo.

Con el tiempo la zona de mi cabecita donde se situaban las fabricas que producían estas historias fueron poco a poco disminuyendo su producción hasta que a día de hoy en que la situación es completamente distinta al inicio y tras un largo estudio de la situación he llegado a la conclusión que el problema de producción se debe a la típica falta de motivación por eso he decidido cerrar tanto la fabrica de ideas que luego son tratadas en la fabrica de historias con lo que también voy a cerrar esa fabrica.

Resumiendo que cierro la boca de buuu.